
En la mente vata se expresa como: nerviosismo, ansiedad, incapacidad para concentrarse o terminar una tarea, insomnio y habla excesiva.
En el cuerpo: estreñimiento, gases, dolores articulares, rigidez, sequedad de las membranas (ojos, nariz, también la piel), falta de apetito, movimientos superfluos constantes e innecesarios.
Estos síntomas suelen disminuir una vez avanzado el otoño, pero si ya tenías desequilibrio en vata estos síntomas pueden, por el contrario, agravarse.
Afortunadamente, el Ayurveda ofrece un montón de herramientas para equilibrar vata…
1. dieta

Para calmar el vata, lo mejor son los alimentos cocinados y comerlos aun calientes. Este no es el momento del año para crudos ni ensaladas. Mira que verduras están en temporada donde vives y cocina los alimentos con aceites de alta calidad (de sésamo, girasol, semilla de uva, oliva y lo más recomendable, ghi).
También es recomendable beber agua caliente durante todo el día y disfrutar de tés especiados (no con cafeína), la cafeína va a agravar vata.
2. Movimiento
3. Estilo de Vida

Y no podemos dejar de trabajar en otoño, sin embargo, se puede equilibrar esas cosas que agravan vata con las cosas que la pacifican. Por ejemplo, si trabajas en un ordenador la mayor parte del día puedes detenerte cada hora y tomar 10 respiraciones profundas con ujjayi y cada dos horas detenerte 5 minutos y hacer un poco de yoga en la silla, levantarte y caminar e incluso salir a tomar al aire si el trabajo te lo permite.
Vata necesita una rutina para encontrar tierra firme, al mismo tiempo cuando vata prevalece más nos cuesta concentrarnos y seguir con la rutina. Por lo que en esta época planificar el día es increíblemente útil para nuestra salud y para lograr no perder eficiencia. Y si se puede desarrollar una rutina que incluya tiempo para cortar el día y relajarse cuanto mejor (salir a caminar, tomar un té, comer una comida hecha en casa, leer, etc.).